En un mundo de desenfrenos y abusos
Por Mireya Flores Marín* (@MireyaFloresM)
La historia de Lewis Carroll “Alicia en el País de las Maravillas”, que en su momento ofreció una crítica a la sociedad inglesa del siglo XIX, y que hasta nuestros días tiene suma popularidad, sirve al dramaturgo y director de teatro Luis Santillán como intertextualidad para presentar la problemática actual sobre la violencia sexual.
Alicia es una joven que, como cualquier otra chica de su edad, “sólo quería ir a la fiesta”, sin embargo, un desafortunado acontecimiento hace de esa ilusión una pesadilla. Alicia es agredida sexualmente, y a partir de ello comienza un viaje onírico hacia un mundo de desenfrenos, donde se encontrará escapando de diversas situaciones y personajes que representan una manera excesiva y libertina de vivir la sexualidad; la obsesión por el cuerpo perfecto, orgías y prostitución, son algunos de los sucesos que Alicia presenciará, siempre desde una mirada temerosa, tímida e inocente.
La relación entre el cuento de Lewis Caroll y la historia de “Alicia” es interesante, ya que se consigue rescatar el mundo alucinante del texto original, además de pasajes y personajes bien conocidos como el de la Reina de Corazones, la Oruga y el Conejo Blanco; sin olvidar que ambos hacen una crítica a la sociedad de la que provienen.
Asimismo, hay una clara y definida propuesta estética que se acerca al mundo de la fantasía, del fetichismo e incluso parecieran ser personajes sacados de un anime. El concepto es reforzado por la iluminación en tonos fríos y chillantes; no hay escenografía, pero la atención se centra en el vestuario, donde, vestidos infantiles, corsets, medias, ligueros, encajes, tacones y demás, permiten significar los múltiples atuendos del deseo. Destaca el uso del coro para acentuar los ambientes y sensaciones, incluso llega a ser un elemento de contraste en medio de escenas de suma violencia.
“Alicia” aborda la violencia sexual que desde la sociedad se comunica y se permite, vivimos en un mundo donde el cuerpo es un objeto a disposición y apruebo de los otros. Sin embargo, hay una saturación de elementos que tergiversan el mensaje, de repente es mucho sexo, mucha música, mucho baile, mucha carne. Todo eso cansa porque a mitad de la obra hemos entendido que estamos inmersos en una sociedad de excesos, en un burdel. Para comunicar el mensaje “mi cuerpo es mío y de nadie más” se pueden equilibrar los componentes, encontrar el momento idóneo para exponer esa idea, más allá de ensalzar las perversiones; con ello no se habría tenido la necesidad de concluir la obra con discursos didácticos y cifras que pudieron quedar expresados en el desarrollo de la trama.
ALICIA
Dramaturgia y dirección: Luis Santillán
Elenco: Natalia Alanis, Melanie Borgez, Guiureni Fonseca, Alexa Martín, Daniela Montero, Jheraldy Palencia, Zaira Rocha, Betty Ruiz, Zayra Solano.
Martes 20:00 hrs.
Hasta el 9 de septiembre 2014
Centro Cultural de la Diversidad
Colima 267
*Mireya Flores es Máster en Artes Escénicas por la Universidad de Vigo, España; tiene un posgrado en Políticas y Gestión Cultural con la especialidad en Producción y Difusión de Espectáculos Escénicos por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); es Licenciada en Ciencias de la Cultura por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Además, tiene formación en danza y en teatro.