Mañana o soñar con un mundo mejor

Por Fredo Godínez

I – Caminar por la ciudad escénica

Mi sueño de vivir y habitar en la CDMX se cumplió en 2014 cuando fui invitado a trabajar en el Fonca como Coordinador del Programa Nacional “México en Escena”. En ese entonces, poco o nada sabía sobre las artes escénicas. Además de ir conociendo a las compañías y sus proyectos -cruciales para el desarrollo cultural del país-, me fijé la meta de conocer uno a uno los espacios escénicos que estaban dentro de mi programa. Después vino la curiosidad de acercarme y conocer cuáles son los procesos para que el espectador pueda disfrutar de una obra.

En esos procesos de ir conociendo espacios apoyados por el Fonca, comencé a frecuentar otros espacios que, ya sea por el marketing o las obras atractivas que albergaban, me llamaban la atención. La primera vez que conocí el Teatro Milán/Foro Lucerna fue cuando asistí a ver la obra: Pulmones, actuada por Ana González Bello y Roberto Cavazos. Al salir, me esperé para felicitar a Ana, pues su actuación me había asombrado. Tiempo después coincidiríamos como público en Adiós y buena suerte que se estaba presentando en el Foro A Poco No; a partir de allí comenzaríamos una linda amistad teatrera que me fue haciendo nexos con tanta gente hermosa como Roberto Cavazos, Héctor Berzunza, José Ramón Berganza, María Panella, Hamlet Ramírez; por nombrar algunos. Relaciones que se fueron aderezando con cervezas para festejar el inicio o cierre de alguna temporada.

Es para mí, una disciplina y obligación moral ver puestas en escena donde estén involucradas personas que quiero y admiro.

Me gusta acompañar sus procesos y presenciar su evolución.

II – La interpretación y el texto

Reynolds Robledo es uno de los dramaturgos que han llamado demasiado mi atención. Su capacidad para manejar distintos niveles de humor y crear historias tan complejas como la vida misma son algo que siempre he apreciado de sus obras. Lobos por corderos, Sonámbulos y Réquiem son algunas de las obras que ha escrito y he tenido la fortuna de ver montadas.

Mañana, su más reciente obra, era muy atractiva para mí, por muchos sentidos: tiene dos amigos en su elenco (Ana González Bello y Héctor Berzunza), otro dirigiendo la obra (Cristian Magaloni) y dos más en el equipo de producción (Eloy Hernández y Ana Kupfer). A eso le sumo que la trama me parecía interesante y urgente para los tiempos que se están viviendo en México.

Mañana retrata la historia de Bran y Joel, una pareja que desear adoptar a Mila, quien tendrá que elegir entre ellos y otra pareja; el tiempo está encima, pues la pareja está por mudarse a Tierra 2; un mundo similar al que conocemos, pero corregido y perfeccionado. Un día como cualquier otro, la familia nuclear se reúne en casa de Bran y Joel para cenar y cual drama alemán (Festen), se desatan una serie de acontecimientos que marcarán el destino de esta pareja: el padre padece Alzheimer y la esposa quiere abandonarlo, así como otros sucesos que involucran a la hermana de Bran.

Robledo es muy optimista en Mañana, pues nos plantea un mundo donde ya no existen los prejuicios sociales y morales quedaron en el pasado, los niños son tratados como lo que son: seres inteligentes y, sobre todo, donde el amor parece ser el verdadero motor que mueve al mundo. Y digo optimista, pues México está rezagado en temas de derechos humanos, sexuales, sociales y de equidad; y este escenario parece muy lejano para nuestro país.

 

III – Mi introspección

Ver Mañana tenía tres alicientes: ver el progreso escénico de dos amigos queridos, conocer la reacción que tendrían mis papás ante temas -porqué católicos y poblanos- podrían incomodarles y festejar mi cumpleaños número treintaicinco.

Los objetivos se cumplieron.

Ana González Bello demuestra lo que dejo ver en Happy: hay una actriz con capacidad de manejar personajes complejos, sin olvidar su sello particular; y a leguas se nota su disciplina para trabajar en la escena. Por otro lado, Héctor Berzunza sigue demostrando una capacidad asombrosa para manejar con precisión a sus personajes.

Siempre he creído que el éxito de una buena obra de teatro requiere de cubrir muchos aspectos: gran marketing, excelente producción, dramaturgia novedosa; pero si estos aspectos no vienen acompañados de una gran dirección y un buen elenco, los resultados no serán necesariamente los esperados. Mañana logra un equilibrio perfecto al tener dos actores con amplia carrera en la escena como en la pantalla; otro par de actores que maduran a pasos agigantados y una niña que, tomando en cuenta su edad, sorprende por las tablas que tiene en el escenario. A eso habrá que sumarle la dirección acertada de Magaloni que los pone actuar tal y como solía jugar el Barcelona del Pep Guardiola. La dirección es tan precisa que los actores se mueven con tal naturalidad y frescura que a uno puede olvidársele que se está ante una ficción escénica y no ante un documental o una transmisión en vivo del día a día de una familia.

Y para rematar, mi padre (el más complejo de mi familia nuclear) aplaudió de pie al elenco de la obra.

 

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“Mañana”.

Dramaturgia: Reynolds Robledo.

Dirección: Cristian Magaloni.

Elenco: Verónica Langer, Juan Carlos Barreto, Pablo Perroni, Héctor Berzunza, Ana González Bello y Julieta Luna.

Música en vivo: Aldo Obregón.

Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn, 01020 Ciudad de México, CDMX)

Jueves y viernes: 8:30PM, sábado: 7PM y domingo: 6PM.

Hasta el 1 de marzo o último fin de semana.

Duración: 120 minutos.

 

Mis Bobul Gomers

una joya teatral de Puebla

Fredo Godínez

I – El descubrimiento

Durante los tres años y ocho meses que viví en la CDMX, no sólo conocí los Teatros más emblemáticos de “la región más transparente del aire” también tuve la oportunidad de asistir a un número importante de puestas en escena; gracias a mi paso por el Fonca y a mi necesidad de nutrirme de un género al que casi nunca pude acercarme correctamente en Puebla.

A mi regreso a Puebla, mi tierra natal, tenía dos miedos latentes: recaer en mis episodios ansioso-depresivos debido al estilo de vida (aburrido) al que te orilla el ritmo de vida de la Angelópolis y no poder presenciar una calidad alta en cuanto a las artes escénicas.

Sin embargo, la vida me tenía preparada una grata sorpresa: la existencia de un novísimo foro llamado: Puro Drama.

Puro Drama se volvió en el refugio perfecto para combatir mi ansiedad-depresión, para descubrir que en Puebla había más teatro (además de Sincronía Teatral y Talavera Cabaret) y, sobre todo: me acercó a personas bellas, amorosas y muy queridas.

Gaudenti Teatro es la compañía detrás o delante del foro y la creadora de grandes proyectos escénicos como “Mis Bobul Gomers”.

A Jesús Rojas lo ubicaba por haber dirigido, junto con Rafael Balderas (otro ilustre hincha de La Franja del Puebla), la puesta en escena: “Bare-Knuckle”; la cual ganó la 38 Muestra Nacional de Teatro y esa era la única referencia que tenía y me bastaba para animarme a ver una obra escrita, dirigida y actuada por él.

II – La interpretación y el texto

Un día, como cualquier otro, asistí a Puro Drama; a ver “Mis Bobul Gomers”.

No esperaba mucho, tan sólo disfrutar una obra cuya calidad, ya estaba garantizada, y que seguramente me haría rememorar algún momento de mi infancia, pues el título me recordaba a cierta marca de tenis que todo niño ansiaba tener.

Recuerdo que a esa función de estreno me acompañó una amiga que hice en el trabajo, que además de ser gestora cultural es también actriz.

La obra cuenta la historia de Alma y Adán, quienes se conocen en 1996 en el pueblo Achotal. A través de una narración narrada/actuada por ambas voces, el espectador realizará una especie de tour de forcé por una historia de amor a la antigüista: cartas y miradas tiernas a distancia que durará muchos años, pero que se verá interrumpido, porqué la vida y el destino -a veces se juntan cuando están aburridos- y nos ponen pruebas por mero deporte y entretenimiento. Luego, vendrá una vuelta de tuerca propia del presente que día a día vivimos en este país tan cruento, violento y asesino.

“Mis Bobul Gomers” lo tiene todo: amor y dolor, añoranza y realidad, risa y llanto; reflexión y crítica sin caer en panfleto teatral.

Jesús Rojas dialoga y forma parte de la dramaturgia contemporánea que están realizando Alejandro Ricaño, Ro Bada, Reynolds Robledo, Rodolfo Guillén, Jimena Eme Vázquez: obras que a través de una historia sencilla son capaces de llevar al espectador a una profunda reflexión, concientización y análisis del nuestra realidad y entorno, y que al mismo tiempo buscan que uno empatice y, por ende, se identifique y lo demuestre por medio del llanto y la risa.

III – Mi introspección

“Mis Bobul Gomers” me vino a recordar que hay muchas cosas valiosas, pero que la rutina, el día a día, hacen que uno le pierda valor y sentido.

Aunque resulté obvio, la existencia de uno en este plano de la existencia que llamamos vida terrenal; un día se esfumará de la forma más cruel o lenta y agonizantemente. Por eso, cada día tendríamos que agradecer el frío, el calor, el sol, la lluvia… y sí, abrazar, besar y querer a todas las personas que consideramos esenciales en nuestra vida y les dan significado a los latidos de nuestro corazón.

“Oler la sangre”, “Lo que queda de nosotros”, “El amor de las luciérnagas”, “Cachorro de León” y “Las chicas del Carret Notariat 10” eran las obras que podían presumir el logro de haberme provocado un llanto amplio. “Mis Bobul Gomers” ha ganado su lugar en esa lista y me emociona que sea una obra, orgullosamente poblana.

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“Mis Bobul Gomers”.
Dramaturgia: Jesús Rojas.
Dirección: Jesús Rojas.
Elenco: María Fernanda López y Jesús Rojas.
Música en vivo: Aldo Obregón.
Iluminación: Miguel González Espinosa.
Producción General: Ana Paula Martínez.
Compañía: Gaudenti Teatro (Puebla).
Teatro La Capilla (Calle Madrid 13, Col. Del Carmen, Alcaldía Coyoacán, CDMX)
Viernes: 8PM, sábado: 7PM y domingo: 6PM.
Del 17 al 19 de enero de 2020.
Duración: 55 minutos.

Ensayo: En defensa del actor II

Por Viridiana Nárud (@viridianaeunice)

Comienzo este amparo desde el enojo y el hastío. Un actor no es una persona necesitada de aprobación o reconocimiento público. Un actor es una persona que está dispuesta a desentender a los infiernos más profundos en busca de una emoción, de un personaje, que aunque no es él, no deja de ser él. Es esta paradoja donde el actor puede perderse. Eso es lo que pienso mientras una persona poco relacionada con el arte de la actuación escupe en contra de los actores.

Se ha puesto de moda que hacer a un lado al actor debido al drama que existe al llevarlo, para llevar a no actores en la ficción. Quizá esta necesidad de personajes más frívolos responde a un épocas donde las emociones son consideradas de mal gusto. El actor nace de dos cuestionamientos ontológicos básicos para el ser humano: ¿Quién soy? Y ¿Adónde voy? Respuestas que al no tener una respuesta certera se evaden.
La actuación es un arte en donde los cuerpos y las psiquis de las personas se ponen en riesgo. A diferencia de otras artes, el objeto es el cuerpo del actor que busca exteriorizar lo oculto. Hace visible lo invisible: da emoción a un anima que sólo se encuentra en papel.

Para poder entender un poco más a detalle y sin profundizar, podríamos ver cómo a través de la historia de la actuación existen actores que han perdido la vida por no encontrar o poder diferenciar su vida personal con la del personaje. Es conocido el mito que rodea al personaje de The Joker y cómo pone en riesgo la vida de quienes lo interpretan. También están los actores que piensan en la actuación como un performance que divierte y no por ello dejan de ser los mejores. Marcello Mastroianni o Willem Dafoe…

Basta ya de decir que el actor es un animal amaestrado o “needed”, es un buscador de emociones dispuesto a defender a lo más profundo de sí mismo para dar luz a las emociones más ocultas. Lo más parecido con quien puedo asociar su arte es con el viaje del chaman. Atraviesa el mundo de los muertos para curar los males de los enfermos.

Porque no hay que olvidar que los orígenes del teatro son rituales y que los espectadores asistían a él con la necesidad de catarsis, de dar respuesta a la incertidumbre de la vida.

Provocar algo en quien mira

Último Reino, teatro sobre la animalidad y lo humano.

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA) / Fotografía: cortesía de la compañía.

Valentina Martínez Gallardo dirige junto a Edson Martínez Luna Último Reino, el proyecto escénico que se presenta en Un Teatro, Alternativa Escénica y que hace una analogía entre la cacería y el acto de amar. La idea surge en Buenos Aires, en 2018 durante un curso de dirección de escena que Valentina tomó con Emilio García Wehbi, un artista interdisciplinario autodidacta.

Ella llevaba varios proyectos con el tema de la animalidad y lo humano. Tuvo la idea de investigar sobre la cacería. Su encuentro con el libro “Abismos” de Pascal Quignard, “que de entrada tenía unas pinturas rupestres en la portada, y sólo abrí el libro y fue como encontrar un tesoro. Pascal es un escritor sorprendente. Y todo ese libro fue una guía fundamental para mi proceso y para mi vida en general”, dice en entrevista con Distrito Teatral.

“Además, las clases de Wehbi y otras que estaba tomando de danza con Eugenia Estévez, quién trabaja todo el movimiento a partir de la organicidad del cuerpo y de improvisaciones, hicieron que las ideas empezaran a caer. Así que tanto mi cabeza, mi cuerpo y mi alma empezaron a confluir en el mismo tema. Lo que me dio el impulso de pedir la beca del FONCA de Coinversiones”, asegura. Gratamente se la dieron y así pudo concretar todas estas ideas que surgieron en Buenos Aires.

El Colectivo Charalito nació en el 2012. Edson Martínez y Mariana García Franco, tras varios años de trabajar juntos en distintos proyectos y colaborando con compañías como El regreso de Ulises, Teatro H y Teatro Línea de Sombra, entre otras, deciden formar un colectivo de trabajo. En el 2014 Valentina Martínez Gallardo y su compañía La Justiciera, se integra generando diversos proyectos tales como: “Watashi o qué diablos”, “Yo no soy Muhammad Ali”, “Desmantelamiento de un pez”, “Mirando un vaso de agua en una habitación”, entre otras. Desde el 2018 Mariana García decidió continuar su trabajo con Teatro Línea de Sombra. Ahora el Colectivo y La Justiciera lo conforman Edson y Valentina, quienes invitan a diversos artistas de diferentes disciplinas según las necesidades de cada proyecto.

 

Su laboratorio de experimentación interdisciplinaria

Con su laboratorio de experimentación interdisciplinaria crean lenguajes teatrales nuevos. Quienes han inspirado su trabajo son artistas como Mariana García Franco, Emilio García Wehbi, Romeo Castelucci. Del lenguaje de la danza está Wim Vandekeybus y Pina Bausch. El lenguaje cinematográfico incluye a directores como David Lynch, Lars Von Trier, Tarantino, Passolini, entre otros. En el lenguaje pictórico Rothko, Soulage, Bacon, Picasso, y varios más. También está la literatura. “Generalmente no partimos de textos dramáticos, si no de ensayos, novelas, poesía, cuentos y filosofía”, comparte.

Algo fundamental para su trabajo y para los laboratorios “ha sido siempre observar el mundo. Como dice Wehbi, observar con ojos de niño cada vez y dejarnos sorprender. Eso es muy importante para nosotros y a partir de eso, tomar lo que nos sirva para crear nuestras piezas”.

Lo que ven, escuchan, leen, bailan, sienten, el momento de vida en el que se encuentren les lleva a decidir los temas que quieren trabajar. Forman el equipo de trabajo de acuerdo a lo que cada proyecto va necesitando. “En los laboratorios más que nada nos interesa ir creando atmósferas, paisajes habitables que provoquen algo en los que miran. No intentamos contar historias ni que la gente entienda algo en específico; lo que buscamos es ampliar el panorama en primer lugar de nosotros los creadores y en segundo lugar del espectador que nos mira. El interés es provocar algo en la entraña del que nos mira.”

El proceso creativo de su más reciente estreno

Último Reino no parte de un texto dramático. “En este laboratorio en específico partimos de algunos ensayos de la serie de “Último Reino” de Pascal Quignard, “Sexus” de Henrry Miller, Jacques Derridá “El animal que siempre estoy si (guiendo)”, Giorgio Agamben “Lo abierto, el animal y lo humano”, entre otros”. Durante el proceso creativo, tomó fragmentos que aportaban al desarrollo de la pieza. Además, en esta ocasión el codirector Edson Martínez también escribió algunas escenas. “No trabajamos con una dramaturgia convencional, pero si nos apoyamos en el texto. Al final hay un texto que rige la obra.”

Valentina en específico trabajó con la escritora nicaragüense Noelia Espinoza, con quién ya había trabajado para la obra “Sed”. Con ella ha encontrado complicidad para el trabajo textual de sus piezas. Ella le plantea sus inquietudes y los temas que quiere abordar y Noelia escribe. “Además ambas nos recomendamos libros y vamos nutriendo el proceso de escritura. Yo procuro darle libertad creativa, así que le dejo escribir lo que ella vaya sintiendo. A partir de ahí yo tomo lo que me sirve y lo nutro con el trabajo de improvisación que realizo en el laboratorio con todo el equipo creativo”, dice.

Respecto a si lo que hacen se le quiere llamar interdisciplinario o experimental, ellos hacen teatro. “Me parecería muy difícil no usar todas las herramientas que existen como el video, la música, la danza, etcétera. Ese es el teatro que nos gusta hacer”, afirma. Vayamos pues al teatro a participar activamente y a pensar.

Regresará por una breve temporada en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura en Ciudad Universitaria. Los jueves y viernes del 30 de enero al 14 de febrero de 2020

Un artista no es un tirano

Por Viridiana Nárud

Es absurdo querer perpetuar la idea de un artista tiránico, al cual se le deben mantener todos sus caprichos por su genio creativo. En un mundo en donde el hombre vs hombre acaba con el Planeta Tierra y su propia existencia, resulta imposible justificar el maltrato de los “creadores” a sus colaboradores por un momento de crisis artística.

¿Qué es el arte?

Para comenzar su búsqueda primero es necesario enunciar aquello que no es, ya que en la negación se encuentra la respuesta.

  1. 1. El arte no es un medio para maltratar a otro ser humano.
  2. 2. Tampoco es un medio de derroche económico en momento de crisis.
  3. 3. No sirve de nada si en su búsqueda de expresar el alma y condición humana, no se cuestiona el creador a sí mismo qué es el Ser humano.
  4. 4. No es un medio de expresión para déspotas tiránicos.
  5. 5. No es un medio para perpetuar un pensamiento.
  6. 6. El arte no es un escaparate para que un público vea al artista.
  7. 7. El arte no es una expresión vana de la condición y miseria humana.
  8. 8. El arte no expresa la realidad del hombre ni de la naturaleza.
  9. 9. El arte no es un estandarte revolucionario que en su búsqueda permita al hombre que busca el arte abrir brecha sin pensar en el otro.
  10. 10. El arte no justifica los medios.
  11. 11. El arte no busca humillar a las personas y atentar contra su dignidad.
  12. 12. El arte no puede ser expresada por una institución.
  13. 13. El arte no es ausencia de sentimientos.
  14. 14. Un artista no es un tirano.
Gira 1020 de la compañía francomexicana Teatro Entre 2 en el marco de sus 10 años de trayectoria

Teatro Entre 2 celebra su trayectoria con cine teatro

La compañía celebra su trayectoria con la Gira 10.20. Lleva dos de sus espectáculos de cine teatro por distintas ciudades de México.

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA)

1 de septiembre, 2019

A siete meses de cumplir 10 años de trayectoria, la compañía festeja su aniversario con la Gira 10.20. Entre las ciudades que tiene confirmadas visitar están Ensenada, Tijuana, Mexicali, San Luis Potosí y Toluca.

Olivier Dautais, Arnaud Charpentier y Francia Castañeda,

Fue fundada el 1 de abril de 2010 por Francia Castañeda, Arnaud Charpentier y Olivier Dautais. Se caracterizan por hacer un taller en escena donde dejan ver todo el proceso de creación. Producen proyectos que mezclan artes como la pintura, el teatro y la música. Aunque tengan una obra terminada, nunca está concluida porque todo lo que aprenden la va alimentando.

Por ejemplo, en 2013, su espectáculo Un teatro Xico, reinauguró el Teatro Xicoténcatl de Tlaxcala creado en 1873. Intervinieron el espacio para que todo ocurriera en las butacas, los pasillos, los pasos de gato, los palcos y fuera del recinto. Pusieron especial atención en recuperar la historia del lugar y sus recuerdos. Su espectáculo multimedia El principito pintado fue premiado en 2014 como Mejor Obra Infantil por la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT).

También han sido apoyados en tres ocasiones por México en Escena del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

 

Celebran con su Gira 10.20

La Gira 10.20 llevará dos de sus espectáculos de cine teatro por varias ciudades de México. Iniciarán llevando La Palmera, cuentos y mentiras para todos a la IX Semana de Teatro para Niños en el Centro de las Artes de Ensenada (1 de septiembre), Tijuana (2 de septiembre) y Mexicali (3 de septiembre).

Estarán en el Teatro Polivalente del Centro de las Artes (CEART) de San Luis Potosí el sábado 26 de octubre con La descarga aún no se ha completado. Y el domingo 27 de octubre con La Palmera. Después las presentarán en el Festival Cultural del Alfeñique en Toluca el viernes 1 y sábado 2 de noviembre, respectivamente.

La Palmera, cuentos y mentiras para todos

Espectáculo de cine teatro La Palmera, cuentos y mentiras para todos de Teatro Entre 2

Toma una estructura de “Las mil y una noches”. Varias historias se encajan unas en otras con la narración de carismáticos músicos-narradores. La música se ejecuta en vivo para viajar por la historia de un hombre que se pierde en un desierto y se encuentra a un fúrico demonio. Las imágenes de los retroproyectores son el personaje principal. La pantalla proyecta todo lo que el pintor Olivier Dautais va improvisando bajo la luz del acetato. Mágicamente, a través de su trazo, poéticos universos animan la pantalla, cual si fuera cine.

La descarga aún no se ha completado

Espectáculo de cine teatro La descarga aun no se ha completado de Teatro Entre 2

Se basa en los textos Mantenerse vivo y Ampliación del campo de batalla de Michel Houellebecq y El esclavo hombre viejo y el perrazo de Patrick Chamoiseau. En el 2017, el Festival Cervantino a través de su programa Revoluciones OFF pidió a la compañía plantear un montaje original que hablara sobre Revoluciones sociales.

Investigaron y encontraron textos relacionados con revoluciones en países como Francia, México y Haití, y específicamente sobre el tema del 68. Lo fueron escribiendo poco a poco a manera de collage. También utiliza la técnica de Cine Teatro. Todo es hecho frente a los ojos de los espectadores, incluso las imágenes y el sonido.

Si quieres conocer más de sus actividades y seguir su gira, visita: www.teatroentre2.org

Reseña: ¡Qué arda Tebas!

o cómo criticar desde adentro sin perder el humor

Por Fredo Godínez (@AlfiePingtajo)

I – Las preguntas

¿Quién, como ser humano, soy ante el escenario?
¿Quién -como actor, dramaturgo y actor- soy ante el texto y el hecho teatral?
¿El Teatro en verdad es un género vivo?
¿El Teatro sigue confrontando?
¿Qué papel juegan en la actualidad todos los que conforman el Teatro: actores, dramaturgos, directores, críticos y público?
¿Sigue vivo el vínculo entre Teatro y espectador o es un lazo que necesita ser relegado?
¿En qué estado se encuentra el Teatro Mexicano?
¿En verdad ya está todo escrito, dramatúrgicamente hablando, o aún hay más que decir?
¿Como dramaturgo debo construir una historia que satisfaga mis necesidades estéticas o debo tomar en cuenta al otro?
Son algunas de las preguntas, quiero imaginar, que se realizó Américo del Río Ortega a la hora de concebir ¡Qué arda Tebas!

II – La trama

Una adaptación contemporánea de Edipo Rey está por alzar telón en su noche de estreno, sin embargo, los actores y la asistente del director se percatan de que uno de los actores no ha llegado. Lo han intentado localizar sin tener éxito. La compañía sugiere al director retrasar los llamados para hacer tiempo y esperar la aparición de su compañero actor. Sólo que existe un inconveniente, entre los espectadores se encuentra el Secretario de Gobernación, quien está expectante pues se le ha prometido presenciar una obra altamente crítica con la situación política del país, y será un desatino hacerlo esperar; razón por la cual el director realizará unos ajustes de último minuto.

¡Qué arda Tebas! es una puesta en escena que a través de la ironía y el sarcasmo contará al espectador una historia que ahonda en las entrañas más profundas del ámbito teatral.

III – La interpretación y el texto

¡Qué arda Tebas! de Américo del Río es un divertimento teatral y al mismo tiempo una crítica profunda y sana al ámbito en el que se desenvuelve Américo, quien además ha pasado por casi todos los roles del ámbito teatral: actor, director y dramaturgo.

Pero ¿y qué crítica la ¡Qué arda Tebas!?: el papel protagonista que, últimamente, están teniendo las Instituciones gubernamentales en el ámbito teatral; el apoyo descarado o no que algunas Instituciones o directivos tienen por apoyar o impulsar a ciertos directores por encima de otros; la extraña moda que ronda por la escena teatral: el postdrama y/o las reinterpretaciones contemporáneas de los clásicos; el ego que invade a actores y directores que ya gozan de cierto reconocimiento; el público que ha perdido su sentido crítico; entre otras cosas.

Es una puesta en escena perfectamente ensamblada, pues está actuada con una naturaleza que da la impresión de que no estamos presenciando una obra, más bien el espectador se disfraza de la sombra de cada uno de los actores en su día a día, usando argot futbolero: ejercemos, como espectadores, una marca personal a cada actor.

Juan José Tagle, director de la obra, logró con maestría darle vida al texto y se valió de un excelente elenco para darle vida a cada uno de los personajes, mismos que parecieran estar escritos exprofeso para cada uno de los actores y eso, creo, es un gran atino.
Nada sobra y nada falta, da la impresión de estar todo perfectamente calculado.

IV – Mi introspección

De unos meses para acá, poco tiempo después de que comencé a escribir reseñas para este espacio, comenzó la inquietud por comprender y analizar el por qué algunas funciones y/o espacios tenían más público que otros.

En un análisis burdo e inmediato, uno pensaría que es por dinero; pero éste no es necesariamente la limitante, siempre hay otros factores como pueden ser el tiempo de traslado, la carencia de estacionamiento, la comodidad del espacio mientras se esperar entrar a ver la obra; etc. Es una discusión que he tenido mucho con Johana Trujillo y otras amistades.

Y justo sobre esto y otras cosas más platiqué con Américo del Río, momentos antes de que comenzara una de las funciones de ¡Qué arda Tebas!, yo le comentaba que algo que tendrían que entender todos los que hacen Teatro para tener salas llenas es generando un producto pensando en el futuro espectador.

Me intentaré explicar: si yo tuviera en mis manos alguna obra de Teatro, le daría unas cuantas lecturas para comprender a fondo la historia y los personajes, e intentar visualizarla en escena. Una vez comprendida la historia, me acercaría al director que considero será capaz de dialogar mis ideas; posteriormente -junto al director- escogeríamos al elenco ideal según las características de los personajes y acorde a la capacidad de acoplamiento con el sistema de trabajo del director. Estos, considero, son los procesos primigenios para concebir un montaje redondo.

Parecería que dichas etapas las tenían bien claras tanto Américo del Río como su director Juan José Tagle, pues el amalgamiento entre la obra y los actores es maravilloso. Da la impresión de que llevan muchos años en cartelera, pues las actuaciones son precisas.
De igual forma, me parece muy plausible la formula que escogieron para realizar una crítica a los vicios que caracteriza la labor teatral en México: el sarcasmo, la ironía.

¡Qué arda Tebas! merece todos los aplausos del mundo, pues su discurso tiene la virtud de ser comprendido tanto por el público en general como el asistente asiduo al teatro, así como por la comunidad teatral.
En lo particular, me parece atractivo el diálogo que guarda con una película dirigida por Francisco Franco: Tercera llamada y me parece interesante que, al parecer, ¡Qué arda Tebas! sería la primera obra que buscar reflejar y criticar el comportamiento de la comunidad teatral.

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“¡Qué arda Tebas!””
Dramaturgia: Américo del Río.
Dirección: Juan José Tagle.
Elenco: Lucero Trejo, Héctor Holten, Hamlet Ramírez, Samantha Coronel, Luz Olvera, Miguel Narro, Estephany Hernández y Américo del Río.
Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque (Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, Paseo de la Reforma, CDMX)
Jueves y viernes: 8PM, sábados: 7PM y domingos: 6PM.
Hasta el 16 de junio de 2019.

Crítica: LA CABRA, O ¿QUIÉN ES SYLVIA?

“EL PODER DE LO EXPLÍCITO”
Por Óscar Alberto Fontana*

El horror que causa el impacto de un hecho transgresor contra la sólida conciencia de nuestra formación moral, es, probablemente, la más punzante y perturbadora de las sensaciones. El ser humano puede tolerar infinidad de hechos, dada la enorme capacidad que tiene nuestro inconsciente para bloquear el paso a la sustancia de lo que nos resulta -inmediatamente- inadmisible, pecaminoso, impactante o culposo.

El texto de Albee pone frente a los ojos del espectador dos elementos que se erigen como las firmes columnas que soportan su ficción: por un lado, la consciencia de la moral que acota el comportamiento humano; y por el otro, la depravación que exhibe, quizá, el más oscuro impulso, lo animal, lo irracional. Digo, quizá, porque, en su obra, Martín -el protagonista- asegura haberse enamorado de una cabra; sin embargo, no podemos distinguir a ciencia cierta si ésta característica está ligada por default con lo que pudiéramos llamar perverso. Él habla de amor en repetidas ocasiones, pero lo cierto es que se enfatiza el deseo sexual. Es justamente ahí donde surge la sustancia, el tema, lo esencial en el texto de Albee.

Aunque la obra se clasifica en el género de la tragicomedia, el tono apunta a que en realidad estamos frente a una farsa. Es evidente que la dramaturgia trabaja tonalmente para generar una repulsión en el público, una sensación de rechazo ante lo que está observando, escuchando y sintiendo. La risa del público en este montaje no es cómica, sino una flagrante y angustiante fuga de estrés producto de la construcción, en su imaginació , de un ser humano teniendo sexo con un animal. Es ahí donde está el acento, el tono que finalmente desemboca en el efecto. Estamos frente a la dinámica de lo fársico: lo sexual, lo violento, lo prohibido. La gente se escandaliza, se menea en la butaca, comienza a sentirse incómoda, y es cuando la risa sale expulsada como por una chimenea para liberar tensión.

Lo anterior apunta a que todo marcha bien en el montaje; sin embargo, el estilo de las actuaciones no colabora lo suficiente para que el tono termine de lograr el efecto en el espectador. La dirección procura una serie de trazos coreográficos que dejara ver, de pronto, a los actores, inmersos en una dinámica meramente formal, sin aparente afectación por lo que está sucediendo. El texto de Albee resulta perturbador para todos, pero la forma en la que está actuado le resta dimensión. Esa falla de dirección supone una fuga importante para la distribución de la energía rumbo a la construcción climática del texto. Sin embargo, la música de Jacobo Lieberman, coadyuva a generar un ambiente retorcido, surrealista: hostil.

Ahora quisiera apuntar la mirada hacia el efecto. Me gustaría, a manera de ejercicio personal, lanzar algunas preguntas con respecto al estilo de la farsa: el grotesco. Una vez que tenemos clara la pretensión del dramaturgo y el director con la obra, podemos analizar qué tan conveniente resulta, después de haber echado mano de todos estos elementos tonales, mostrar sangre y una reproducción, casi hiperrealista, del cadáver de un animal. ¿Es necesario para el público verlo? ¿no sería mucho más contundente la imagen que han construido en sus mentes? Lo que vemos físicamente tiene un límite, está acotada por una forma; lo que no se ve, pero se imagina, es inconmensurable, variable, transformable, y, por ello mismo, abrumador. Tomo como ejemplo la escena referencial del Edipo de Sófocles, cuando el protagonista se saca los ojos. Quizá nunca se muestre esta cruenta acción en un montaje, se mantendrá oculta, pero la reproducción en la mente siempre será horrorosa y angustiante.

En esta obra, en “La cabra…”, después del impactante final, la gente sale hablando de lo real que le pareció el cadáver. Realizado con algún material que aún no adivinan, pero que seguramente los va a tener entretenidos por un par de horas más. He ahí el resultado. El apabullante poder de lo explícito que ha dejado azorado al público, pero perdido entre la curiosidad que le provoca la calidad del plástico, y el hecho de haber debilitado sus más apreciadas certezas.

* Dramaturgo, director, docente y actor.

Reseña: ¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF?

Por Viridiana Nárud (viridianaeunice)

¿Cómo es que debe ser el teatro en la actualidad? Existen tantas teorías, corrientes artísticas y ofertas teatrales, que cada vez parece más difícil definir lo correcto o lo incorrecto. Sin embargo, algo que no deja de ser, por lo cual muchas personas asisten, es por la necesidad emotiva. El arte explica al ser humano su humanidad. Empero, cada día se ignora más ésta.

“¿Quién teme a Virginia Woolf?” es un espectáculo de Laura Almena en donde ejecuta su maestría para poner en escena un texto de Edward Albee. El dramaturgo estadounidense es conocido por su imparable humor negro, su crítica a la burguesía norteamericana y la frialdad en sus emociones y cómo el dinero también afecta la vida de los personajes.

No me gusta ocupar adjetivos como grandiosa o maravillosa porque detrás de este lenguaje se puede ocultar un vacío que engañe al lector tratando de mostrar grandilocuencia. Lo que sí puedo hacer es expresar el por qué creo que es una obra que maravilla:
1. Durante tres horas vemos a cuatro actores interpretar un texto complejo. No sólo por su escritura, también por las tesituras emocionales que exige a los actores.
2. Hace del espectador un voyeur.
3. El voyeur disfruta de esta relación sádico masoquista entre George y Martha.
4. Nos cuestiona nuestra calidad de seres humanos sin emitir un juicio.
5. Las actuaciones de Laura Almela y Daniel Giménez Cacho muestran genialidad. Entendiendo que el genio se encuentra dotado de una energía extraordinaria y misterio. Bastan sólo unos momentos en donde estos dos actores abren su mirada al público para paralizarlo y seducirlo.

Por estas y muchas otras razones ver esta es necesaria. No sólo te pasarás un gran momento, te enamorarás del teatro y querrás ver y más…

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Reseña: PAPÁ ESTÁ EN LA ATLÁNTIDA

Por Viridiana Nárud (viridianaeunice)

“Papá está en Atlántida” es una obra escrita por Javier Malpica y dirigida por Esteban Castellanos. En esta ocasión decidí ir acompañada por mi sobrina, ya que al ser una obra para niños, se mostraría más juiciosa que yo. ¡Wow, qué hermoso! Fue la primera expresión al ver la primera imagen: dos hermanos recostados en una mesa, de apariencia espectral. Confieso que al prolongar tanto la imagen en un inicio el ritmo cae, sin embargo, con la primera escena se recuperan lo que han perdido.

El autor poco a poco nos va soltando una historia en donde dos protagonistas niños han sido abandonados por su padre después de la muerte de su madre. Sin ser obvios, la violencia y abuso sistemático a la que son sometidos estos dos niños, el texto de Malpica nos muestra una realidad cruel que deja a dos niños sin hogar y que encuentran su destino en las calles.

La dirección de Esteban Castellanos nos envuelve en una atmósfera fantástica que contrasta con la crudeza de la realidad de los personajes. Apenas hace unos días mi sobrina recordó una de las escenas que vio en la obra. Lo que muestra que no existe mejor crítico que un niño. Si éste es capaz de recordar la obra y emocionarse al narrar una de las escenas, significa que esta obra infantil apeló a la emoción y empatía infantil. Añado que durante la función los niños a mi lado también se mostraron conmovidos.

“Papá está en Atlántida” aborda los temas favoritos de los niños: monstruos, aventuras, fantasmas, el amor entre dos hermanos que los une y los hace emprender un viaje en busca de su padre.

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