Hace apenas unos días Eugenio Derbez fue funado de las redes por haber expresado un crítica acerca de la actuación de Selena Gómez en la película Emilia Pérez. Provocó que perdiera cerca de tres millones de seguidores y para detener la ola de hate tuvo que comunicar a través de su cuenta en Tik Tok su sincera disculpa por sus comentarios “descuidados”.
La crítica atraviesa un gran riesgo de dejar de existir. Hoy en día existen universidades que venden la carrera de crítico de arte, sin embargo, para qué invertir en una carrera tan cara cuando cualquier opinión crítica puede llegar a ser censurada, lo que es peor, destruir a la persona que emite una crítica.
¿Por qué hoy es importante la crítica en el arte? La crítica en su mas íntima y verdadera naturaleza busca de manera analítica emitir una sentencia que busca la verdad. Aunque la palabra Verdad a traviesa una crisis cognitiva, en donde su búsqueda de significado y estudio ha quedado atrás con la intención de volverla relativa. Sin embargo, aceptamos lo falso como verdadero. Pero no se puede aceptar la existencia de la una sin aceptar la existencia de la otra.
Si bien es cierto que en el humano todo es subjetivo, no es lo mismo emitir una opinión desde el desconocimiento que desde esa búsqueda desaforada por la verdad. Por ello es muy importante desmarcar a los críticos de los opinólogos. Estos últimos omiten sus opiniones desde un juicio personal, pero el crítico no emite una opinión sino una crítica en donde desmarca lo personal en favor del Arte.
Parte de la tarea crítica es entender a nuestra sociedad actual, el por qué se comporta de esta manera y por qué el arte se expresa hoy así. Se debe tener conocimiento del pasado humano histórico y también conocimiento en historia del arte. Su vocabulario debe ser extenso para no limitar sus expresiones a: “Maravilloso” “Sublime”, porque qué es lo que enuncian estos adjetivos cuando se enuncian. El critico debe mostrar un panorama racional de la obra y decirnos por qué funciona o no.
En la actualidad, tenemos una sociedad que camina cegada por la falsa iluminación que es acobijada por banderas que cambian de color conforme a la ideología que cada comunidad profese. Hoy el individuo se ve como un peligro ya que siempre ha desafiado el actuar de las masas y es libre de pensar más allá de los límites ideológicos de cualquier comunidad. Vivimos un sesgo ideológico, pareciera que el centro se ha olvidado.
¿Cómo es posible que en estos discursos disfrazados de tolerancia se esté dispuesto a quemar en redes a una persona sólo por el hecho de pensar diferente? ¿Cuál es el sentido que todos pensemos igual? ¿No es acaso limitar el pensamiento? No se puede quemar en redes a un individuo sólo por el hecho de pensar diferente y si su caída nos causa placer, es necesario nuevamente hacer un examen a nuestro actuar.
En un mundo en donde todo está bien, pero todo anda mal, es necesaria la visión de individuos que cuestionen estos sesgos cognitivos de la sociedad, de las comunidades, de las masas. ¿No se están exterminando hoy en día a miles de Palestinos y es imposible la intervención de cualquier estado ya que los sionistas toman la historia de dolor de los judíos para decir que cualquier oposición es antisemita? ¿A caso no vivimos en un mundo en donde históricamente no había existido tanta riqueza como hoy en día, pero los humanos nos encontramos a la miseria económica y a la perdida de empleos antes grandes multimillonarios que quieren sustituirnos por robots? ¿Quién intermedia por la vida y humanidad del ser humano?
La crítica es una guía moral que nos permite identificarnos a nosotros mismos como creativos, es una brújula para conocer los fallos. Como directora de un centro cultural, también me he dado cuenta de la urgencia de críticos en el arte teatral. Llegan periodistas que hacen reseñas que colocan la sinopsis de la obra, dirección del destino. Aunque no se me crea, existen compañías totalmente perdidas en el quehacer artístico que necesitan un revisión, un diálogo para detener su trabajo y cuestionar la obra en sí misma.
Hoy en día si se crea una sociedad en donde todos su valores tienen como base al ser humano es necesario retomar los valores, la moral y la ética. Ojo, estos no deben estar construidos en base a la religión, sino en la filosofía, en la historia. Pascal siempre será un referente del estudio de la ética y moral de hombre y no por ello fue religioso. Como críticos enfrentamos un camino que se ha cerrado por la maleza de la ignorancia y es necesario abrir camino con amor, respeto y estudio.