LA ÚLTIMA PALABRA

UNA DIÁFANA REPRODUCCIÓN DE LA REALIDAD

Por Óscar Alberto Fontana* (@fontanaoscar)

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Una mujer, brutalmente golpeada por su marido, comete homicidio en supuesta defensa propia. El caso es examinado por tres magistrados y una secretaria de sala, al interior del tribunal superior de justicia en la ciudad de México.

 

El texto del argentino Luis Agustoni, cobra especial relevancia por ser un retrato de nuestro sistema de justicia. La trama resulta por demás efectiva: privilegia el tempo, ritmo y avanza bien en intensidad. Agustoni construye hábilmente la ficción y confiere a la escena de un carácter bien definido que aterriza en un potente final. El desarrollo se vuelve un ágape que mantiene la atención del espectador donde debe estar. Es plausible también que, para la construcción de la dramaturgia, el autor se haya ocupado de hacer una investigación del tema, esto concede a la escena una flagrante verosimilitud.

 

La dirección de escena está a cargo de Angélica Aragón – a quien recordamos principalmente por sus trabajos en cine y televisión- sin embargo, es necesario mencionar que también posee una sólida experiencia en teatro. Siendo una activista social, Aragón se interesa por denunciar la violencia de género a partir del texto de Agustoni. A pesar de que esto último podría derivar en un montaje francamente feminista, logra contraponerse y fundamentar la anécdota como un problema general ávido de atención. El dominio del tono logra una escena en consonancia con la impecable dirección de actores.

 

El trabajo actoral es realmente laudable. Aunque pueda parecer muy diverso en técnica, al final confluye en la ficción y enriquece el desarrollo del drama de manera sinceramente disfrutable. La generosidad con la que cada actor construye el personaje deriva en un ensamble perfecto que favorece el conflicto y lo hace más interesante conforme se va desenvolviendo.

 

“La última palabra” es un montaje virtuoso. Un montaje que cuando finaliza deja en el espectador un sabor amargo y dulce. El extraño reconocimiento de la sensación que devela ante nosotros una terrible verdad: nuestro futuro puede estar manos de otros, otros que no están exentos de cometer un error de juicio.

 

LA ÚLTIMA PALABRA

Dramaturgia: Luis Agustoni

Dirección: Angélica Aragón

¿Quiénes actúan?: Roberto D’amico, Pablo Perroni, Adriana Llabrés y Víctor Huggo Martín.

¿En qué teatro?: Teatro Milán (Lucerna 64, Col. Juárez)

¿Qué días está?: Lunes 18.00 Y 20.30 hrs

¿Cuánto cuesta?: General $350.-

Hasta el 26 de septiembre

 

oscar.fontana@distritoteatral.mx

*Actor / Dramaturgo / Teatrista

PROYECTO FAUSTO

RENUNCIAR A SER QUIEN ERES

 Por Viridiana Nárud @viridianaeunice*

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Escribir es crear un diálogo con los muertos que no quieren ser olvidados. La obra de Fausto de Johann Wolfgang von Goethe se comenzó a escribir en el año de 1806 y se terminó en 1832. Al leer la dedicatoria de Goethe se habla de “los días de juventud”, “imágenes de placenteros días”, “sombras amadas” … La obra, en general, es un canto a aquellas almas que el autor no desea olvidar, como el primer amor, la primera amistad y sobre todo a ese ente: Johann Georg Faust, figura mítica de la cultura alemana, quien fue acusado de charlatanería y abuso a menores. No sin antes ser adorado. Goethe, terminó de escribir la obra un año antes de su muerte.

Proyecto Fausto es una adaptación del dramaturgo chileno Rolando Jara y la dirección general es de Juan José Olavarrieta. Fausto, un hombre de mediana edad, se encuentra en crisis, no sólo económica sino también existencial. Se vende a una mujer mayor para poder sobrevivir. Aunque pone de pretexto su obra para cometer estos actos, no la termina. De igual modo, mantiene una relación con una menor. Su vida se encuentra llena de contrastes y contradicciones. Al igual que la obra original, Mefistófeles se le presenta a Fausto y lo tienta. Éste último acepta las condiciones del demonio para lograr el éxito.

La obra no sólo cuestiona sino muestra las precariedades económicas del artista. Porque en primer momento, cuando el individuo no ha vendido su alma, su cuerpo se encuentra confinado a habitar sólo dos espacios, el escritorio y el círculo de sus placeres y encuentros. Así que al sellar su pacto con Mefistófeles se ve librado y es capaz de habitar nuevos espacios. Todo gracias a que la sociedad lo ha aceptado, porque este ahora escribidor, renunció a ser un artista. Los artistas no sólo son testigos de su presente, son profetas. Al renunciar a su videncia, Fausto, renuncia a ser quien es.

La obra continúa siendo actual y crítica ante una sociedad que aplaude lo antinatural, como el deseo desmedido por el éxito, la fama y el poder, sin importar los daños que puedan dejar el alcanzarlos, ejemplo, dejar atrás la identidad del ser. Lo único que importa es el éxito por el éxito. Así vamos viendo a un Individuo que en una danza a la oscuridad (butoh) se va adentrando al inframundo.

La disposición del espacio en el Foro la Gruta permite que el espectador elija desde qué punto de vista desea ver la obra, sin embargo, la dirección escénica está trazada para ser vista a la italiana. Esto no permite al espectador aventurero, que haya elegido sentarse a los costados o la parte trasera, una mejor visibilidad.

La obra mezcla varios géneros, destacando el cabaret y el butoh. Estos dos componentes potencializan la obra ya que lo visual recae en lo primero y lo ritual en lo segundo. Es por ello necesario entender como espectador que el proyecto se encuentra marcado por los contrastes y rituales. Por ello que al inicio de la obra se le ofrece a algunos espectadores ajenjo. Del mismo modo vemos escenas en donde se ora en latín para más tarde invocar al demonio.

La atmósfera se encuentra enrarecida desde un inicio, vemos a un Individuo (Luis Ernesto Verdín) siendo consumido por sus alucinaciones. Las reflexiones de los diálogos son profundas y no tratan de imitar al primer Fausto. El diseño de vestuario logra crear a personajes fantasmagóricos llenos de contrastes de luz y sombra.

Proyecto Fausto es una obra en donde los componentes mágicos y la invocación a lo invisible, muertos, está todo el tiempo presente.  Fausto, se ha convertido en un referente para la sociedad moderna del hombre que vende su alma a cambio de juventud, éxito… Empero, el hombre moderno ha olvidado que la magia lo rodea todo el tiempo. Un hechizo que lo ha dejado sin alma, sin voluntad. Es justo que este proyecto libere esas fuerzas que someten al hombre y ahora por ser moderno se ha olvidado de ellas. Podremos creer o no, pero existen en los mitos y leyendas personajes que se repiten de manera mística y mágica. Dejemos que la oscuridad de ‘Proyecto Fausto’ revele al menos por una noche a estas sombras que desean tomar voz y ser escuchadas.

 

PROYECTO FAUSTO

Dramaturgia: Rolando Jara.
Dirección: Juan José Olavarrieta.
Elenco: Luis Ernesto Verdín, Marcela Valdivia, Meraqui Pradis, , Gutemberg Brito Patatiba, Verónica Contreras, Rondán Ramírez y Horacio Trujillo.
¿Dónde está? Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn)
¿Qué días se presenta? Jueves 8:30 p.m.
¿Cuánto cuesta? $200
Fotografía: http://www.cultura.gob.mx/

*Escritora por necesidad, teatrera por convicción. Ha trabajado como directora, dramaturga y productora teatral, ha presentado obras en foros alternativos como: El Trolebús Escénico, Foro Shakespeare, Pandeo, Lucerna… Muchas veces se ha preguntado el por qué habría de escribir. Llegó a una conclusión: la realidad no le es suficiente. Cree que el mundo exterior tiene que ser revelado a través de esclarecimiento de las ideas y por ello el ejercicio de la crítica es fundamental. Egresada de la Escuela de Escritores SOGEM.

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

En DISTRITO TEATRAL creemos en el poder de la cultura para transformarnos al dar sentido a lo que vemos. #Vamosalteatro para descubrir qué #valelapena ir a ver y conversar. Da click aquí si quieres conocer más de nosotros.

ESTO NO ES DINAMARCA

UN TEATRO DE IDEAS

Una de las tragedias del mundo actual es el hecho de que los problemas éticos y relaciones morales no estén de moda, que se haya dejado de lado y no se les preste atención.

Andrei Tarkovski

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Por Viridiana Nárud @viridianaeunice

“Esto no es Dinamarca” es una obra de Edgar Chías basada en un clásico del teatro, Hamlet de Shakespeare. Aunque uno no haya leído el libro existe una frase que ya es parte del inconsciente colectivo occidental: Ser o no ser. Frase que repetimos desde niños, a pesar de haber sido escrita en el siglo XVI.

En la historia original, Hamlet, es un príncipe de honorables principios quien después de la muerte de su padre y aparición de su espectro decide cobrar venganza y matar al culpable. Inmerso en esta idea el personaje protagónico va perdiendo la razón hasta llegar a la locura. Dice Tarkovski, “La tragedia de Hamlet no reside en su muerte, sino en el hecho de que antes de morir se ve obligado a renunciar a su búsqueda de la perfección, y a convertirse en un asesino común y corriente, después de lo cual la muerte no puede ser sino la buscada salida; de otro modo hubiera tenido que matarse.”

El Hamlet que nos muestra Chías es un hombre cobarde, pragmático y lleno de prejuicios. Sus monólogos históricos por su belleza pierden toda fuerza ya que se vuelven retóricos y sobre adjetivados, haciendo este discurso algo engorroso y difícil de entender. Edgar Chías se nos muestra como un dramaturgo temeroso de su presente, de situación política y para dar voz a su enojo ocupa a Ham.

Sin embargo, hay que entender que el arte expresa lo absoluto en la intuición y la filosofía pretende presentar la idea expresada en lo reflexivo del concepto. Por ello, el discurso de Chías cojea, porque pretende llenar de ideas al teatro, cuando este pertenece al terreno de las intuiciones.

Parte de la maestría de Shakespeare radica en que pudo plasmar la historia de un país sin jamás llegar a ser discursivo. La política sólo envuelve la trama denunciado el presente histórico del autor porque nunca deja atrás las pasiones de los personajes, ni cómo estás los someten hasta llegar al punto más bajo de la humanidad. Así, vemos a un Hamlet perder la razón por sus deseos de venganza, a un Claudio atormentado por la avaricia y ambición que asesinó a su hermano…

Si bien es cierto que durante toda obra se repite “Esto no es Dinarmarca”, para decirnos que podría ser nuestro país, México, inundado por la corrupción, violencia y gobernantes decadentes que sólo desean poder, tratando de alejarse del Hamlet de Shakespeare, resulta un esfuerzo vano. Primero, porque Hamlet es un personaje que se encuentra en nuestro imaginario. Segundo, porque el protagonista se debate en un cuestionamiento ontológico, ser o no ser. Y no perdido en celos edípicos, así como tampoco de salvar al mundo, como el personaje de Chías.

Abordar el tema de Hamlet y hacer una adaptación resulta de una complejidad tremenda, no sólo porque es un clásico de la literatura mundial, sino porque existe una esencia. Un hombre, como muchos otros, aspira a la dignidad y honorabilidad -en un contexto kantiano-, se encuentra en la necesidad de romper toda su ética y moral para tomar venganza en contra de quien quiere quitarle su derecho de ser rey, de ser.

Haciendo una analogía, podría ser la venganza de un pueblo que no es Dinamarca, que ha tenido que vivir en la miseria y, cómo a pesar de ser mayoría se encuentran oprimidos por la minoría, por la gente de poder. Que por ambición, estos hombres minoritarios que ocupan los curules, venden las almas de sus ciudadanos a empresarios ricos que sólo desean esclavizar a los trabajadores con jornadas de más de doce horas bajo el amparo de la ley y sindicatos corruptos.

El texto no se muestra como una invitación sino como un dogma del arte. No cuestiona al hombre contemporáneo que se encuentra en un cruce de caminos y debe decidir si continúa con la existencia de un ciego consumidor o buscar una verdad que va más allá del consumo y bienes materiales.

En la dirección David Jiménez se muestra cada vez más hábil en el ritmo, en la musicalización para crear atmósferas en el hecho escénico, la iluminación es correcta para crear los cuadros escénicos. La dirección de actores es buena, no se arriesga demasiado. Empero, es necesario mencionar que Raúl Villegas se destaca sobre sus compañeros debido a la intensidad impresa en su actuación.

Hace falta más reflexión en el discurso escénico, ya que a pesar de apelar a la locura existen rasgos de los personajes que no logran adherirse y formar parte de ella, como el vestuario que más que anacrónico resulta viejo.

Un teatro de ideas, como el que se propone en esta obra, se aleja del arte. Dejemos que el teatro sea un semillero de preguntas sin respuestas. No pretendamos dar solución en un espacio donde las dudas, las energías no visibles, los muertos y los vivos convergen. El teatro nace de un ritual, no de una retórica. Esa es una de sus esencias que ha ido evolucionando con el tiempo. Sin embargo, la esencia es eso que hace que la cosa en sí misma sea eso y no otra cosa. La retórica forma parte de la política, ese es su lugar.

ESTO NO ES DINAMARCA
Autora: Edgar Chías

Dirección: David Jiménez
Con: Antón Araiza, David Gaitán, Andrea Celeste Padilla, Aldo González y Raúl Villegas Actrices invitadas: Fernanda Aragóny Margarita Lozano 
¿Dónde está?: Museo del chopo (Doctor Enrique González Martínez 10, Cuauhtémoc, Sta María la Ribera.)
¿Qué días se presenta?: Domingo 7 de agosto, 6 p.m.
¿Cuánto cuesta?: $100

 

*Escritora por necesidad, teatrera por convicción. Ha trabajado como directora, dramaturga y productora teatral, ha presentado obras en foros alternativos como: El Trolebús Escénico, Foro Shakespeare, Pandeo, Lucerna… Muchas veces se ha preguntado el por qué habría de escribir. Llegó a una conclusión: la realidad no le es suficiente. Cree que el mundo exterior tiene que ser revelado a través de esclarecimiento de las ideas y por ello el ejercicio de la crítica es fundamental. Egresada de la Escuela de Escritores SOGEM.

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

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COCO, MADEMOISELLE GABRIELLE

LA GRAN PARADOJA
Por Óscar Alberto Fontana* (@fontanaoscar)

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Hace un par de años, Pilar Boliver decidió emprender un recorrido por la vida de algunas mujeres notables del siglo XX, para llevarlas a escena. Primero lo hizo con “Emma Goldman, la mujer más peligrosa” y ahora regresa para interpretar al público la turbulenta vida de uno de los personajes más influyentes de la moda: Coco Chanel.

La dramaturgia de Silvia Peláez, hace un elemental repaso por la vida de la diseñadora en su etapa final. Nos conduce a la intimidad de su habitación en el hotel Ritz (lugar donde vivió por casi tres décadas). Aunque la historia del personaje genera un inusitado interés por el espectador, es pertinente la observación: es un texto informativo, no dramático. Esto último, no significa que no sea interesante, pero el riesgo de volverse fatigoso está presente todo el tiempo. Es plausible la poesía en el texto, y es este, uno de los elementos más seductores en el montaje, sin embargo, en ocasiones esto no basta.

Un atractivo binomio, vuelca cantidad de gente cada lunes a la taquilla del teatro: Pilar Boliver – Coco Chanel. Una actriz por muchos admirada tropieza con un personaje colosal que la engulle por completo. El talento de Boliver está lejos de cualquier duda, pero el anquilosamiento la tiene cautiva. Recurre a los mismos recursos que domina con otros personajes, esto hace que no le sea posible ofrecer al público algo diferente, algo mucho más honesto. Y esto siempre nos remitirá a una serie de reflexiones acerca del ejercicio creativo en el actor, su capacidad intuitiva, de autoconocimiento y autocrítica.

El arte del actor debiera ser, olvidar lo aprehendido y enfrentarse al personaje cada función como un hecho fortuito, único e irrepetible, abandonarse en el camerino para ser alguien más. Para captar la esencia de un personaje de la dimensión de Chanel, no basta con vestir su tweed ribeteado, hace falta ser ella enteramente. Resulta paradójico que la actriz se niegue a reinventarse, cuando el interés del personaje (que está interpretando) es precisamente ése.

COCO, MADMOISELLE GABRIELLE
Autora y directora: Silvia Peláez
Con: Pilar Boliver
¿Dónde está?: Teatro La capilla (Madrid 13, Coyoacán)
¿Qué días se presenta?: Lunes 20:00 Hrs.
¿Cuánto cuesta?: $250

 

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

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CONSTELACIONES

LA FÓRMULA PARA ENCANTAR AL ESPECTADOR

Por Óscar Alberto Fontana* (@fontanaoscar)

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“Constelaciones”- obra del británico Nick Payne – fue estrenada en el Royal Court (2012) con gran aceptación y favorables críticas. La historia propone una estructura “poco convencional” que involucra a una pareja amurallada por una inmensa cantidad de posibilidades sobre su futuro. Payne, crea un universo y en el centro sitúa a sus personajes, dejándolos inermes y desprovistos de la mínima sustancia. El texto resulta es insulso y superficial. Se puede distinguir, la inmensa pretensión de revelar una obra “distinta” en estructura, pero sin discurso claro: ávido de enamorar al espectador a partir del encanto de la forma.

La versión mexicana propone una dirección que se diluye en el bello trabajo escenográfico de Jorge Ballina y el no menos atractivo diseño de iluminación de Ingrid Sac. Es el encuentro con estos elementos lo que genera en el espectador una inmensa satisfacción por lo que vio.

Mónica Huarte y Nacho Tahhan ofrecen un digno y honesto trabajo interpretando a estos dos personajes, que bien pudieran ser elementos denominados como “A” y “B” en un ejercicio de actuación.

Mientras se tenga la peligrosa certeza que el teatro necesita “innovarse” para ser atractivo y rentable, seguirán surgiendo textos comprometidos con las modas y no con la verdadera necesidad y función de éste. Tener ánimo y un irrefrenable deseo por expresar algo nunca ha sido razón suficiente para hacer teatro.

CONSTELACIONES
De: Nick Payne
Dirigida por: José Manuel López Velarde
Con: Mónica Huarte y Nacho Tahhan
¿Dónde está?: La teatrería (Tabasco 152, col Roma)
¿Qué días se presenta?: Viernes 20:30 hrs, Sábados 18:00 y 20:00 hrs y Domingos 17:30 y 19:30 hrs
¿Cuánto cuesta?: zona A $390.- zona B $300.- zona C $250.-
Foto: Ricardo Castillo

oscar.fontana@distritoteatral.mx
*Actor / Dramaturgo / Teatrista

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Lagartijas Tiradas al Sol presentan #LaDemocraciaEnMéxico

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA)

 

Conocí el trabajo de LAGARTIJAS TIRADAS AL SOL hace un par de años cuando inauguraron el hoy desaparecido Foro El Bicho en la colonia Roma. Ahí, Gabino Rodriguez nos llevaba a conoce “Montserrat”. Definitivamente no salí igual que como entré después de ver esa obra. Este año, tengo la oportunidad de conocer un nuevo proyecto que estrenan en México por primera vez: “LA DEMOCRACIA EN MÉXICO”.

¿Qué quiénes son las Lagartijas?  Son una cuadrilla de artistas convocados por Luisa Pardo y Gabino Rodríguez que hoy son una referencia del teatro contemporáneo, y que desde 2003 comenzaron a desarrollar proyectos como mecanismo para vincular el trabajo y la vida, para borrar fronteras. Ellos, a través de su trabajo, buscan dotar de sentido, articular, dislocar y desentrañar lo que la práctica cotidiana fusiona y pasa por alto. Su trabajo nos invita a reflexionar. Han realizado 14 proyectos escénicos, basados en la investigación autobiográfica, histórica y social en su mayoría. Se han presentado en diferentes foros y festivales nacionales e internacionales, en más de 15 países.

NOtaLagartijas

“LA DEMOCRACIA EN MÉXICO” la presentan justo en el teatro que les abrió las puertas por primera vez hace diez años, Teatro La Capilla, un pequeño foro de 92 butacas en las afueras del centro de Coyoacán, fundado por el dramaturgo y ensayista Salvador Novo en 1953 en un predio en Madrid No. 13, el cual tenía una pequeña capilla a la que le vio cara de teatro, y que desde 2001 es dirigido por Boris Schoemman quien ha dedicado 15 años a promover dramaturgia y teatro contemporáneo.

La Democracia en México es un proyecto que busca mirar a nuestro país desde diversas perspectivas: sociales, históricas, biográficas, ficcionales. Es el intento de hacer 32 retratos (32 piezas de diversas naturalezas) de la democracia en México a 50 años de que se publicara el libro del mismo nombre de Pablo Gonzalez Casanova. El proyecto habla sobre México y se integra de tres obras: “Tijuana” Veracruz” y “Santiago Amoukalli” con el que hacen un balance sobre qué es la democracia en México y cómo se vive en diferentes contextos, pues no es lo mismo hablar de la democracia en Veracruz, que en Tijuana que en un pequeño pueblo que habla náhuatl como es Santiago Amoukalli. Con ello las preguntas que nos hacemos antes de ver el resultado de ese balance son: ¿Es posible vivir con dignidad con el salario mínimo mexicano? ¿Cómo es la situación que ha vivico Veracruz los últimos años? ¿Cómo una comunidad que habla náhuatl es representada por gente que no habla su mismo idioma?

VERACRUZ (se presenta el 2 de agosto, 17:00 hrs) es una pequeña pieza que se hizo a petición del festival Escenas do Cambio para exponer el conflicto que vive Veracruz y que se conoció en el ámbito artístico por el atroz asesinato de Nadia Vera y Rubén Espinosa, pero la pieza es más que la exposición del caso o de la coyuntura.

Es una conferencia performativa que reflexiona desde lo íntimo, sobre la transformación del lugar que vio crecer a Luisa Pardo, la transformación ambiental, política y social de una pequeña ciudad de provincia y del estado de Veracruz, el lugar de su familia paterna.

TIJUANA (se presenta el 2 de agosto, 20:00 hrs) relata un experimento social y artístico de Gabino Rodríguez, ¿cómo se vive con el salario mínimo en este país?¿cómo vive una persona que trabaja en una fábrica con ese sueldo en Tijuana?¿cómo es ser otra persona?

Es una pieza que nos llena de preguntas, es un experimento del actor que representa a otra persona pero dentro de un marco de realidad. Tijuana son las preguntas que Gabino Rodríguez se hizo para tratar de entender una realidad que viven la mayoría de los mexicanos que trabajan por el salario mínimo. ¿Cómo es vivir ese México?

Y la tercer pieza, SANTIAGO AMOUKALLI(3 y 4 de agosto, 20:00 hrs), es una co producción de Lagartijas con el festival Belluard y es una historia que intenta cuestionar cómo se implementa “la democracia mexicana” en un ámbito específico, en una comunidad específica que tiene su historia, su contexto, su alto nivel de marginación. Hablamos de un México que nos queda muy lejos, tanto que a veces nos parece invisible, pero ahí está.

Pon en duda tus ideas sobre la democracia, y ahonda en el tema que en México es relevante en el contexto actual que estamos viviendo. #AprovechaLaPromo y compra el combo de $310 para ver las tres obras. Tienes hasta mañana antes de las 5pm para ir directo a taquilla y comprar tu combo.

 

#LaDemocraciaEnMéxico
De Lagartijas Tiradas al Sol
Dramaturgia, dirección y actuación: Luisa Pardo y Gabino Rodríguez
Costo de boletos: $200 general y $150 descuento estudiantes, maestros, INAPAM
Público: A partir de 13 años
Se presenta en Teatro La Capilla (Calle Madrid No.13, Del Carmen Coyoacán. Entre Centenario y Aldama. Adelante de Cineteca Nacional)
Horarios de taquilla: Hora y media antes de cada función (6:30 pm a 8:00 pm)

En agosto Muestra de Teatro de la Ciudad de México

Como parte de un coordinado trabajo interinstitucional entre instancias culturales del gobierno federal y la Coordinación del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, del 1 al 12 de agosto se llevará a cabo la Muestra de Teatro de la Ciudad de México 2016, como un espacio para exponer propuestas, debatir ideas y disfrutar de las artes escénicas. Inclusión, desarrollo comunitario y cohesión social son los ejes temáticos en los cuales se constituyó el encuentro.

Con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, a través de la Dirección de Vinculación Cultural y el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Muestra tuvo un proceso de convocatoria para seleccionar a los grupos que se presentarán en el encuentro y de los cuales uno será elegido para representar a la entidad en la Muestra Regional de Teatro.

Fueron invitadas a participar compañías y colectivos profesionales que realizan su labor a partir de los ejes temáticos planteados con el objetivo de estimular los procesos creativos que promueven el diálogo y la convivencia para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México. La curaduría del encuentro estuvo a cargo de tres especialistas en la materia: Circee Rangel, Perla de la Rosa y Mario Espinosa.

Durante doce días podremos disfrutar de diferentes propuestas completamente gratis en el Teatro Sergio Magaña, el Foro A Poco No, La Titería, el Foro Azcapotzalco y el Foro del Centro Cultural Magdalena Contreras:

1. Ramiro y Julieta con la dirección de Alberto Santiago

2. Alicia propuesta de Jimena Mancilla y Patricia Hernández

3. La comuna: revolución o futuro. Recapitulación de La comedia humana

4. Autorretrato de un águila puesta en escena de Diana Rossette

5. Dos personas se tocan brevemente bajo la dirección de Martín Acosta.

6. Caracol y colibrí dirección de Alicia Martínez Álvarez,

7. Translúcid@ de Elena Guiochins

8. La guerra de Emi de Zayra Solano

9. Músicantes: murga mexicana a todo terreno de Salomón Santiago.

 

Asimismo, se abre la inscripción, completamente gratuita, a los tres talleres que se llevarán a cabo en el periodo de la Muestra de Teatro de la Ciudad de México 2016: Teatro para todxs de Aracelia Guerrero, Contingencias escénicas de la memoria: Reconstrucción de salidas emergentes para el caso News Divine de Ángel Hernández, y De cómo buscar las “causas perdidas” de Héctor Bourges. Para participar en las actividades académicas es necesario checar los requisitos en la página: http://teatros.cultura.cdmx.gob.mx/content/resultados-de-la-convocatoria-de-la-muestra-de-teatro-de-la-ciudad-de-m-xico-2016

La Muestra de Teatro de la Ciudad de México 2016 es uno los proyectos que desarrolla la Coordinación del Sistema de Teatros de la Ciudad de México para “divulgar las artes escénicas en teatros, recintos culturales y espacios públicos, a través de diversas propuestas artísticas de primer nivel y colaborar así con la formación de públicos”, como apunta el Programa de Fomento y Desarrollo Cultural 2014-2018.

La programación completa del Sistema de Teatros de la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México se encuentra en la página: www.teatros.cultura.df.gob.mx

DIOS O NO SER

El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
Frederich Nietzsche

Por Viridiana Nárud (@viridianaeunice)*

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David Gaitán ha dejado de ser una joven promesa para ser un autor con un discurso propio, el cual siempre apela al intelecto. La fuerza de su obra radica en el racionamiento de palabras y no en la emoción. Por ello requiere de un público atento que guste de la sofisticación intelectual.

“Dios o no ser” es una obra que habla de una mujer que ha visto a Dios en persona. Después de su encuentro llega transformada. No de una forma mística, por el contrario, se convierte en una disidente. Niega su naturaleza de profeta y para escarpar de su designio se esconde de dios en las sociedades más lejanas de su vista, es decir, de los más necesitados. Después de un tiempo Dios se la encuentra y comienza a ser milagros para que las personas hablen de ella y de su propia existencia.

El discurso apela tanto a la razón que en ocasiones se vuelve un tanto maniqueo y discursivo. Hablar de Dios siempre será un tema, si no polémico, por lo menos sí muy debatible. Ya que existen distintas filosofías y doctrinas que apoyan o desmiente el mito. En esta obra el discurso no deja de tener tendencias judeocristeanas.

Nos enfrentamos a un Dios que se nos describe en el Antiguo testamento lleno de furia y vengativo. También se encuentra ese Dios benévolo que perdona a su profeta a pesar de que ella lo ha negado más de tres veces. Sin embargo, no dejo de pensar en los cristianos primitivos que no encontraban la salvación a través de la fe, sino de la gnosis o conocimiento introspectivo de lo divino. Poner en conflicto todo este tipo de doctrina en el discurso habría sido mucha más rico ya que pondrían en duda las creencias de una sociedad acerca de Dios, además de generar una tensión dramática.

Dudar siempre nos mantiene en un vilo de la desesperanza y la muerte. Creer, nos mantiene vivos. Como les sucede a los personajes principales. Existe alguien que cree en ella y no permite que muera. Dios, se aferra a ella quien a pesar de su negación lo ha visto y no puede negar su existencia. La lucha interna del conocimiento propio siempre genera más conflicto que abordar el tema desde el exterior y tomar una postura. Un dios que tiene conocimiento de su propia existencia y mortandad suena interesante si se ponen en duda las propias creencias de Dios acerca de su existencia. Pero en esta obra se nos presenta a un dios omnipresente que no duda de sí mismo. Así como los personajes, nunca dudan, siempre son los mismos.

La dirección de Martín Acosta se encuentra llena de fórmulas que, quienes hemos visto su trabajo, conocemos. Como presentar cuerpos desnudos o semidesnudos en escena, la plasticidad que trata de crear en sus cuadros ya desgastados, coreografías que intentan marcar un ritmo dentro de la obra. Un director que apela a la locura y a la imaginación, ha dejado atrás estos componentes para generar un exceso de teatralidad que alcanza lo falso. Por ello su discurso escénico se encuentra muerto.

Las actuaciones son de buen nivel. Sin embargo, en ocasiones vemos a actores carentes de presencia escénica y vitalidad. Así que al ser una obra en donde su fuerza radica en el discurso y actuaciones, cojea. A pesar de lo anterior, es necesario seguir el trabajo de Gaitán, ya que siempre es interesante, a pesar de que esta obra no sea la más atinada.

 

DIOS O NO SER
De: David Gaitán
Dirigida por: Martín Acosta.
Con: Domingo Cruz, David Gaitán, Carolina Rocha y Diana Sedano. Voz: Daniel Giménez Cacho
¿Dónde está?: Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico (Av. Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn. Metro Barranca del Muerto o MB Altavista)
¿Qué días se presenta?: Miércoles a las 20:30 horas.
¿Hasta cuándo? Hasta el 2 de agosto
¿Cuánto cuesta?: $200.- cualquier localidad
¿Dónde compras boletos? En Ticketmaster
Foto: Pili Pala

*Escritora por necesidad, teatrera por convicción. Ha trabajado como directora, dramaturga y productora teatral, ha presentado obras en foros alternativos como: El Trolebús Escénico, Foro Shakespeare, Pandeo, Lucerna… Muchas veces se ha preguntado el por qué habría de escribir. Llegó a una conclusión: la realidad no le es suficiente. Cree que el mundo exterior tiene que ser revelado a través de esclarecimiento de las ideas y por ello el ejercicio de la crítica es fundamental. Egresada de la Escuela de Escritores SOGEM.

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

En DISTRITO TEATRAL creemos en el poder de la cultura para transformarnos al dar sentido a lo que vemos. #Vamosalteatro para descubrir qué #valelapena ir a ver y conversar. Da click aquí si quieres conocer más de nosotros.

ANTE LA DECADENCIA DEL CENTRO CULTURAL HELÉNICO

Por Enrique Olmos de Ita (@olmosdeita)*

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Hubo una época en las artes escénicas mexicanas, no muy lejana dicho sea de paso, en la cual el Centro Cultural Helénico era un sitio prestigiado por la cantidad y calidad de las actividades, las personas que transitaban en él y la renovación ante el concepto “del nuevo siglo” que generaba por sí mismo una sacudida, una especie de rectificación de los saberes, la forma y el fondo del oficio.

Especialmente respecto a la dramaturgia, se vivía en un clima de sintonía con el mundo, de ponderar las dramaturgias de otros territorios con el quehacer local, de descubrir autores, descentralizar (por fin) el mapa de la literatura dramática mexicana. Y aunque el teatro para públicos específicos no era prioridad, el fenómeno respecto a los jóvenes fue interesante, pues muchos espectadores primigenios de la Ciudad de México encontraron en los teatros del Centro Cultural Helénico, ubicado al sur del extinto D.F., el sitio propicio para integrarse a un discurso y debate sobre ciertas poéticas; escuchar y ser escuchados.

La época de esplendor estuvo a cargo de Luis Mario Moncada como director (duró siete años y culminó en 2008), siempre con un equipo de trabajo audaz y aunque el término justamente haya pasado de moda, “juvenil”. Parte de la estrategia de Moncada fue reunir a un grupo de talentosos artistas lozanos a su alrededor, como funcionarios o colaboradores. Se acuñaron conceptos, personalidades del teatro internacional nos visitaron, las lecturas dramatizadas se pusieron de moda y el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo se consolidó como la plataforma de lanzamiento de los autores novatos.

Es fácil advertir, al revisar los ganadores y finalistas de ese premio, que se publican en una antología del Fondo Editorial Tierra Adentro, que gran parte de los autores ahí confinados hoy son la mayoría entre quienes estrenan obras a lo largo de la república teatral. Nacidos en los setenta y ochenta, pusieron sus obras sobre la mesa de la teatralidad a partir, en buena medida, de las gestiones de Luis Mario Moncada que se replicaron a otros espacios.

La gestión posterior de Antonio Crestani (2008-2011) y de José María Mantilla (2011-2012) limó las asperezas contraídas con el Instituto Cultural Helénico (un extraño centro educativo, incrustado en las mismas instalaciones) y dotó al lugar de una cartelera bífida, con teatro de investigación y sustentado en una partitura estética, pero también comercial, con directores y sobre todo actores de otros ámbitos, más cercanos a la televisión y al cine. El teatro para públicos específicos ganó también un lugar y las actividades pasaron de ser principalmente dramáturgicas a completamente teatrales.

Aunque con polémica, esa versatilidad, impulsada por el Centro Cultural Helénico, de alimentar una cartelera múltiple en su intención de público propició que muchos “artistas” obtuvieran visibilidad y empleo en proyectos de entretenimiento, otrora negados, restringidos.

Una fusión que aún no termina de cuajar y un modelo de producción aún por debatir, sin embargo, hay que convenir en que la gestión del Centro Cultural Helénico modernizó cierto discurso anquilosado y nos puso de lleno en el debate sobre los públicos, sobre todo porque en cada administración de la extinta CONACULTA el presupuesto del Centro Cultural Helénico disminuía y la única garantía de éxito para los grupos era una correcta gestión en taquilla, difusión máxima y ponderar sus teatros como los más ventajosos para la exploración teatral. Para un grupo independiente, durante la década pasada, tener una temporada en alguno de los recintos del Helénico significaba visibilidad, prestigio y algo de dinero por concepto de taquilla. Existía un público más o menos habitual y mucho interés de los teatristas (de todas las edades).

Esa época de oro del Centro Cultural Helénico despareció desde que se convirtió, año con año, en la recompensa de algunos funcionarios cercanos al régimen. Desde la llegada de Rafael Tovar y de Teresa a CONACULTA, hoy Secretaría de Cultura, el Centro Cultural Helénico no ha sido prioridad. La breve gestión de Lorena Maza (2012-2013) y el gris mandato de Joaquín Márquez Diez-Canedo (2013-2015), además de la actual dirección a cargo de Irma Caire (funcionaria cultural de largo aliento, que ha pisado prácticamente todas las oficinas del sector), desde junio de 2015, ha convertido al Centro Cultural Helénico en un lugar sin brillo, donde los nostálgicos como quien esto escribe, recordamos justamente un centro cultural brioso, no el plato de segunda mesa de una funcionaria rebasada por la modernidad.

La reciente polémica respecto a la renuncia de dos autores al premio Gerardo Mancebo del Castillo por violación a las clausulas de la convocatoria (detalle que debieron atajar en privado, institucionalmente), la tardanza en la respuesta oficial (Milenio reportó que la directora estaba muy ocupada en Morelia, en la consulta de La ley de cultura) y el claro desprestigio de los autores involucrados, jurados dando explicaciones vía redes sociales ante la nulidad institucional y en general un ambiente de hostilidad entre quienes promueven el exhaustivo cumplimiento de las normas y quienes prefieren dejarlo pasar, hacerlo ver anecdótico, ha provocado que uno de los máximos logros del Centro Cultural Helénico, el Premio Mancebo del Castillo transite como un chisme, antes que como una oportunidad de reunión de autores jóvenes y su verificación ante un publico.

El problema de fondo no es la renuncia al premio de un autor cuya obra ya tenía vida pública, ni de otro que había prestado su texto a un director consagrado para un ejercicio escolar que tuvo también salida al público. El problema de fondo es cómo Irma Gabriela Caire puede tener tiempo y energía para llevar a cabo la exigente tarea de ser al mismo tiempo directora del centro de artes escénicas más importante del país y directora de Animación cultural de la Secretaría de Cultura. Es incomprensible que una persona asuma dos cargos tan relevantes.

Lo importante de esta polémica, a mi juicio, debe derivar en saber cómo van a reparar, desde la institución pública el prestigio del premio, de los escritores finalistas, del jurado y al mismo tiempo aprovechar la coyuntura para centrar otros debates respeto al recinto. El presupuesto paupérrimo con el que opera (una funcionara del Helénico me relató que ellos llevan de sus casas papel para imprimir y material de oficina, ante el abandono de la Secretaría de Cultura para cubrir estos rubros) y la necesaria descentralización. Se olvida que es un centro cultural nacional, que opera con dinero de la federación, es decir de todos los ciudadanos del país, no sólo los capitalinos. Y no existe un plan para integrar al teatro del interior al Helénico, ni siquiera en la convocatoria de la programación permiten que participen grupos alejados a la Ciudad de México, ni se contempla un estipendio de viáticos para los que no habitan en la Ciudad de México y zona metropolitana. En la última emisión de la convocatoria de programación destruyeron los proyectos de los no seleccionados de forma arbitraria e ilegal, asimismo los talleres y la oferta de profesionalización ha perdido interés del gremio y del público, los teatros necesitan mantenimiento y, con el acelerado y caótico ritmo de la ciudad, espacios para hacer la experiencia de llegar hasta los confines de la Avenida Revolución menos turbada (sí, estacionamiento).

Cuento una anécdota: Hace más tres años, durante la gestión del músico Márquez Diez-Canedo al frente del Centro Cultural Helénico, hicimos un proyecto de descentralización de la oferta académica del lugar, pensando en activar una plataforma virtual de talleres teóricos (que podría complementarse con contenidos prácticos, presenciales), tal y como lo hace el CELCIT argentino con gran éxito. El proyecto tenía un costo adecuado para operar durante un año como programa piloto y después, si funcionaba, adoptarlo institucionalmente. El interés de los talleristas, pagaría la inversión en un año. Tan centralista y abonado a la soberbia, el ex director del Centro Cultural Helénico ni siquiera nos recibió (con cita previa), argumentando que él tenía un mejor proyecto para la “página virtual”. No hay nada; el Centro Cultural Helénico sigue siendo un espacio federal, de consumo prácticamente chilango.

Así ha operado el Helénico durante estos últimos años, de espaldas a la comunidad, a las propuestas, a los creadores de todo el país y además con nulo sentido de la convivencia y la modernidad, sin disponer en la silla de la dirección a un gestor profesional dedicado a las artes escénicas, no a culminar una larga trayectoria en la función pública.

El fondo del debate sobre el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Mancebo del Castillo, que origina este comentario y muchas publicaciones en redes sociales es el mismo, asumir generacionalmente la potestad sobre las instituciones, debatir a fondo las convocatorias, las cláusulas (su pertinencia o modernidad), los presupuestos generales y particulares; reorganizar los espacios de trabajo que en algunos casos están secuestrados o bien por la burocracia o por la incapacidad de gestión. Sin quererlo, Verónica Musalem, Alejandro Ricaño y Ricardo Perez-Quitt le hicieron un favor al teatro mexicano al declarar desierto el premio después de tal cantidad de anomalías, pues abrieron un debate necesario en otro orden, el de refundar el Centro Cultural Helénico.

 

*ENRIQUE OLMOS DE ITA (Llanos de Apan, Hidalgo, México 1984). Es dramaturgo, crítico de teatro y narrador. Fue colaborador del periódico Milenio diario como crítico de teatro y habitualmente colabora en la revista La Tempestad y Paso de Gato mantiene la columna Purodrama en la revista Replicante. Estudió la licenciatura en Humanidades en la Universidad del Claustro de Sor Juana de Ciudad de México y en la Escuela Dinámica de Escritores de Mario Bellatín. Ha recibido varios premios nacionales e internacionales como dramaturgo; sus obras de teatro se han montado y publicado en varios países, superando la veintena de puestas en escena profesionales. En el año 2013 recibió el Premio Nacional de la Juventud en México.

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

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NERIUM PARK

UNA HONROSA Y AFORTUNADA EXCEPCIÓN

Por Óscar Alberto Fontana* (@fontanaoscar)

neriumPark

Josep Maria Miró, es un dramaturgo catalán que ha sido montado en varios países con bastante éxito – y no es de extrañar – ya que su hábil manejo de la estructura dramática y dominio del tono, logran hacer de éste, un teatro efectivo e intrigante. Hace un par de años pudimos ver “El principio de Arquímedes”, un interesante texto llevado a escena por el director Diego del Río. Gracias a este hallazgo, es montada otra de sus obras: “Nerium Park”.

La obra cuenta la historia de una pareja que decide mudarse a un apartamento en un lujoso y exclusivo complejo habitacional fuera de la ciudad. Aunque parece que las cosas marchan bien, todo comienza a complicarse cuando se percatan que ellos son los únicos que habitan el complejo. Esto aunado a una serie de sucesos muy extraños y llenos de misterio que envuelven a esta pareja en una dinámica inquietante.

La dirección propone una distribución escénica que privilegia el tono en todo momento. La perspectiva del público hacia el interior del apartamento, como si fuese a través de un ventanal, obliga a éste a tener una visión parcial y quizá limitada de la escena, recurso que se vuelve efectista y produce un cúmulo de sensaciones, colaborando a que la intensidad vaya en aumento. El manejo del suspenso propuesto en el texto de Miró, es enriquecido con la diestra dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui. Respecto al tempo, es importante mencionar que los actores logran una fluidez en el texto que colabora a la aciaga y bien construida atmósfera.

La música, es otro de los valores destacables, que, una vez más, entona de manera perfecta de inicio a fin. También es necesario mencionar que el mapping dota a las escenas de un carácter y estética necesarios para que éstas puedan lograr tal efecto y permitan al espectador seguir vinculado con la obra a pesar de que los personajes estén fuera de escena.

Respecto al trabajo actoral, es necesario decir que la comunicación que logran Pablo Perroni y Mariana Garza es evidente en escena. Perroni construye un marido amoroso y atento que con el desarrollo de la trama va modificándose hasta llegar a límites insospechados de enajenación; Mariana – salvo algunos errores técnicos y de creación de imágenes del exterior – logra un personaje asfixiante que consigue una potente evolución.

Es grato que existan montajes que logren, por fin, conmover al público, ahora que algunos montajes de la cartelera del país ofrecen argumentos sin sentido, con actuaciones mediocres o francamente malas y producciones paupérrimas, que lo único que provocan es aburrir al espectador. “Nerium park” es una honrosa y afortunada excepción que vale la pena ver.

 

NERIUM PARK

De: Josep María Miró

Dirigida por: Sebastián Sánchez Amunátegui

Con: Pablo Perroni y Mariana Garza

¿Dónde está?: Foro Lucerna (Lucerna 64, col Juárez. Metro Cuauhtémoc o MB Reforma o Hamburgo)

¿Qué días se presenta?: viernes 20:45, sábado 18:30 y 21:00 y domingo 17:30 y 19:30 Hrs.

¿Hasta cuándo? Hasta el 2 de octubre

¿Cuánto cuesta?: $350.- cualquier localidad

¿Dónde compras boletos? En Ticketmaster

 

oscar.fontana@distritoteatral.mx

*Actor / Dramaturgo / Teatrista

**El texto publicado es responsabilidad de su autor.

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