Provocar algo en quien mira

Último Reino, teatro sobre la animalidad y lo humano.

Por Johana Trujillo (@jOtrujilloA) / Fotografía: cortesía de la compañía.

Valentina Martínez Gallardo dirige junto a Edson Martínez Luna Último Reino, el proyecto escénico que se presenta en Un Teatro, Alternativa Escénica y que hace una analogía entre la cacería y el acto de amar. La idea surge en Buenos Aires, en 2018 durante un curso de dirección de escena que Valentina tomó con Emilio García Wehbi, un artista interdisciplinario autodidacta.

Ella llevaba varios proyectos con el tema de la animalidad y lo humano. Tuvo la idea de investigar sobre la cacería. Su encuentro con el libro “Abismos” de Pascal Quignard, “que de entrada tenía unas pinturas rupestres en la portada, y sólo abrí el libro y fue como encontrar un tesoro. Pascal es un escritor sorprendente. Y todo ese libro fue una guía fundamental para mi proceso y para mi vida en general”, dice en entrevista con Distrito Teatral.

“Además, las clases de Wehbi y otras que estaba tomando de danza con Eugenia Estévez, quién trabaja todo el movimiento a partir de la organicidad del cuerpo y de improvisaciones, hicieron que las ideas empezaran a caer. Así que tanto mi cabeza, mi cuerpo y mi alma empezaron a confluir en el mismo tema. Lo que me dio el impulso de pedir la beca del FONCA de Coinversiones”, asegura. Gratamente se la dieron y así pudo concretar todas estas ideas que surgieron en Buenos Aires.

El Colectivo Charalito nació en el 2012. Edson Martínez y Mariana García Franco, tras varios años de trabajar juntos en distintos proyectos y colaborando con compañías como El regreso de Ulises, Teatro H y Teatro Línea de Sombra, entre otras, deciden formar un colectivo de trabajo. En el 2014 Valentina Martínez Gallardo y su compañía La Justiciera, se integra generando diversos proyectos tales como: “Watashi o qué diablos”, “Yo no soy Muhammad Ali”, “Desmantelamiento de un pez”, “Mirando un vaso de agua en una habitación”, entre otras. Desde el 2018 Mariana García decidió continuar su trabajo con Teatro Línea de Sombra. Ahora el Colectivo y La Justiciera lo conforman Edson y Valentina, quienes invitan a diversos artistas de diferentes disciplinas según las necesidades de cada proyecto.

 

Su laboratorio de experimentación interdisciplinaria

Con su laboratorio de experimentación interdisciplinaria crean lenguajes teatrales nuevos. Quienes han inspirado su trabajo son artistas como Mariana García Franco, Emilio García Wehbi, Romeo Castelucci. Del lenguaje de la danza está Wim Vandekeybus y Pina Bausch. El lenguaje cinematográfico incluye a directores como David Lynch, Lars Von Trier, Tarantino, Passolini, entre otros. En el lenguaje pictórico Rothko, Soulage, Bacon, Picasso, y varios más. También está la literatura. “Generalmente no partimos de textos dramáticos, si no de ensayos, novelas, poesía, cuentos y filosofía”, comparte.

Algo fundamental para su trabajo y para los laboratorios “ha sido siempre observar el mundo. Como dice Wehbi, observar con ojos de niño cada vez y dejarnos sorprender. Eso es muy importante para nosotros y a partir de eso, tomar lo que nos sirva para crear nuestras piezas”.

Lo que ven, escuchan, leen, bailan, sienten, el momento de vida en el que se encuentren les lleva a decidir los temas que quieren trabajar. Forman el equipo de trabajo de acuerdo a lo que cada proyecto va necesitando. “En los laboratorios más que nada nos interesa ir creando atmósferas, paisajes habitables que provoquen algo en los que miran. No intentamos contar historias ni que la gente entienda algo en específico; lo que buscamos es ampliar el panorama en primer lugar de nosotros los creadores y en segundo lugar del espectador que nos mira. El interés es provocar algo en la entraña del que nos mira.”

El proceso creativo de su más reciente estreno

Último Reino no parte de un texto dramático. “En este laboratorio en específico partimos de algunos ensayos de la serie de “Último Reino” de Pascal Quignard, “Sexus” de Henrry Miller, Jacques Derridá “El animal que siempre estoy si (guiendo)”, Giorgio Agamben “Lo abierto, el animal y lo humano”, entre otros”. Durante el proceso creativo, tomó fragmentos que aportaban al desarrollo de la pieza. Además, en esta ocasión el codirector Edson Martínez también escribió algunas escenas. “No trabajamos con una dramaturgia convencional, pero si nos apoyamos en el texto. Al final hay un texto que rige la obra.”

Valentina en específico trabajó con la escritora nicaragüense Noelia Espinoza, con quién ya había trabajado para la obra “Sed”. Con ella ha encontrado complicidad para el trabajo textual de sus piezas. Ella le plantea sus inquietudes y los temas que quiere abordar y Noelia escribe. “Además ambas nos recomendamos libros y vamos nutriendo el proceso de escritura. Yo procuro darle libertad creativa, así que le dejo escribir lo que ella vaya sintiendo. A partir de ahí yo tomo lo que me sirve y lo nutro con el trabajo de improvisación que realizo en el laboratorio con todo el equipo creativo”, dice.

Respecto a si lo que hacen se le quiere llamar interdisciplinario o experimental, ellos hacen teatro. “Me parecería muy difícil no usar todas las herramientas que existen como el video, la música, la danza, etcétera. Ese es el teatro que nos gusta hacer”, afirma. Vayamos pues al teatro a participar activamente y a pensar.

Regresará por una breve temporada en el Teatro Carlos Lazo de la Facultad de Arquitectura en Ciudad Universitaria. Los jueves y viernes del 30 de enero al 14 de febrero de 2020