ARROJADOS AL MUNDO SIN COBERTOR DE LANA
Por Artemisa Téllez*
Una banca acogedora, la banca favorita, tal vez por seca, por soleada, por tener la mejor vista o por una razón oculta, desconocida para quien la prefiere, pero aún así clara. Una banca en el parque, una banca vacía. En ese lugar se está bien, se piensa bien, se lee bien si se quiere, hasta que alguien más llega. El parque es un lugar público en donde por alguna razón se busca la privacidad, pero el lugar -aún en la banca favorita- no puede negársele a nadie. Ahora que hay alguien más en nuestro espacio muchas cosas pueden pasar. Podrá ser que ese alguien nos hable, nos inquiete con sus opiniones tan dispares de las nuestras, nos acose, nos juzgue, nos quiera coger. Puede ser también que se parezca a nosotros, que nos entendamos, que nos enamoremos…
El juego simultáneo con esas posibilidades, da vida a una obra interesante y divertida: Arrojados al mundo sin cobertor de lana, un accidentado diálogo entre desconocidos que comparten el horror por el mundo y el amor por una misma y precisa banca del parque. El encuentro pasa de fatal a afortunado sin tocar nunca los lugares comunes ni en el discurso ni en la trama.
La puesta en escena, sencilla pero impecable, tiene un ritmo y una dirección que atrapan al espectador; ambos actores (Leticia Cavazos y Marco Treviño) interpretan con magistralidad a sus personajes, en apariencia comunes, pero emocional y psicológicamente muy complejos; todo en fin invita a involucrarse en un juego psicológico tan retador como interesante.
Arrojados al mundo sin cobertor de lana es un regalo para todos aquellos que odiamos la trivialidad, el mal clima y el tener que hablar de él.
Arrojados al mundo sin cobertor de lana
De Mario Cantú Toscano
Dirección Ricardo Delgadillo
Con arco Treviño y Leticia Cavazos
Fotografía Ricardo Castillo Cuevas
Hasta el 31 de octubre
Viernes y sábados 22:30 hrs.
Espacio urgente 2
Foro Shakespeare
Zamora 7, Condesa
$200
*Escribidora, tallerista y teatrohólica